domingo, 1 de marzo de 2020

Resumen de los temas tratados en la sesión del Claustro del 13 de febrero

Como sabemos, en el actual ordenamiento democrático de las universidades públicas, el Claustro universitario es el máximo órgano de representación y deliberación de la universidad. Las decisiones que en él se adoptan ─en las que participamos a través de nuestros representantes─, nos afectan a todos los que trabajamos en esta institución, lo que es razón suficiente para que se nos haga llegar información puntualmente.


Un momento de la intervención de uno de los representantes del alumnado

Es cierto que algunas personas pueden ver la emisión en directo o la grabación de las sesiones del claustro, sin embargo, somos conscientes de que no todos disponemos del tiempo necesario para visionar las cinco horas o más que puede durar una de estas sesiones. 
Nuestros representantes en el Claustro ─así como en el Consejo de Gobierno o en el Consejo Social─, no acostumbran a informar acerca de los asuntos tratados en dichos órganos. Ante tal vacío informativo, hemos optado por tomar la iniciativa de resumir a partir de ahora las sesiones del Claustro (las únicas que se hacen públicas en la web de la ULL).

Por ello, hacemos este resumen ─que se puede leer en cinco minutos─, que nos facilita tener una información general y suficiente. Quienes estén interesados en ampliar o profundizar en el tema podrán hacerlo mediante los enlaces a las fuentes informativas.


Dicho esto, entramos en materia.

La sesión del Claustro del pasado jueves 13 de febrero estuvo dedicada principalmente a:

1. La reforma de los estatutos de la ULL
La modificación de 2007 de la Ley Orgánica de Universidades (LOU) estableció un plazo máximo de tres años para que las universidades adaptaran sus estatutos. En la ULL, tras varios intentos frustrados de reforma, siguen vigentes los estatutos publicados en el año 2004, una norma básica que a estas alturas ha quedado absolutamente desfasada y que no responde a las circunstancias y necesidades actuales, y mucho menos a las futuras.
Ante esta situación, el equipo de gobierno propuso la creación de una comisión para la reforma de los estatutos, propuesta que fue aprobada por asentimiento. 

2. El cambio de modelo de enseñanza propuesto por el Vicerrector de Innovación Docente, Calidad y Campus Anchieta

El vicerrector anunció, de forma un tanto rimbombante, la necesidad de implementar un cambio de «paradigma» en la docencia universitaria. Sin embargo, nada de lo que propuso es nuevo. Lo que se plantea ya se contemplaba en el año 2003 cuando Europa optó por constituir el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), también conocido como plan Bolonia*. Los representantes de los distintos sectores en el Claustro expresaron hartazgo y la impresión general, o más bien la certeza, de ir con mucho retraso. 
Tras más de una década desperdiciada ─salvo honrosas iniciativas desarrolladas por el profesorado más comprometido─, estamos inmersos en una realidad que nos devuelve la imagen de la inoperancia en la ULL: incapacidad de reacción ante los hechos y de falta de anticipación de cara al futuro



*El plan Bolonia (implantado definitivamente en el año 2010) aspiraba a un nuevo modelo de aprendizaje, un modelo  bastante parecido al que ahora parece haber descubierto el vicerrector: autonomía del alumno respecto a su aprendizaje bajo la supervisión y guía del profesor, un sistema de evaluación continua, coexistencia de clases magistrales con otras modalidades de enseñanza más prácticas e individualizadas (talleres, sesiones en laboratorios, seminarios, etc.)... La puesta en marcha del EEES exigía planificación, determinación y visión de futuro, así como disponer de la financiación pública necesaria para implementar un modelo de enseñanza que permitiera al alumnado desarrollar sus capacidades u adquirir competencias valiosas de cara a su inserción en el ámbito laboral.



¿Qué se ha fraguado en los últimos diez años al calor del bien intencionado plan Bolonia? De lo esencial, poco o nada. Cambió la duración y la estructura de los grados, el sistema de créditos..., es decir, se cambió la parte «administrativa» pero no lo esencial del modelo de aprendizaje: la autonomía, el saber hacer y el pensamiento crítico.



Intervención del Vicerrector de Innovación Docente, Calidad y Campus Anchieta



Algunos hechos o evidencias
Nos enfrentamos a preocupantes tasas de abandono y de rendimiento (con peores datos que la ULPGC), prueba evidente de que algo no se está haciendo bien. Por otra parte, tal y como se comentó en el claustro, la oferta de titulaciones poco novedosas o de escaso atractivo, la inexistencia de dobles titulaciones, de grados semipresenciales u online (en los que, por cierto, nos lleva también la delantera la ULPGC) se traduce en cifras: 

─ más del 43 % de los jóvenes canarios optan por estudiar su grado presencial fuera de las islas. 

─ el 26 % se matricula en títulos no presenciales.

¿Por qué? Porque no hay correlación entre las expectativas de los potenciales estudiantes universitarios y la oferta de nuestras universidades. 

El futuro
¿El futuro?, resulta un tiempo difícil de conjugar siendo conscientes de nuestro presente, con plantillas docentes que se debaten entre las precarias condiciones laborales de los más jóvenes y la inminente jubilación de los más veteranos.
Las estructuras de las plantillas del PAS, concebidas en los años 80, están obsoletas  y presentan importantes carencias, demasiado conocidas para detenernos ahora a enumerarlas. 
Dar respuesta a las necesidades del presente siglo exigirá algo más que entusiasmo institucional o buena voluntad. Es imprescindible reaccionar, planificar con sentido común a medio y largo plazo, promover la formación del profesorado y el PAS, avanzar en la estabilidad laboral, anticiparse y mejorar la calidad de la enseñanza universitaria de cara al futuro. También será necesario sumar apoyos de la sociedad y de las instituciones, así como tomar conciencia de la conveniencia de aliarse con la ULPGC para sobrevivir en un escenario en el que demasiadas universidades  privadas, como tiburones hambrientos, pelearán por devorar la zona de confort en la que, hasta ahora, nos hemos mantenido a flote. Ya lo están haciendo.

Para dar respuesta a las necesidades que se plantean es imprescindible contar con los recursos necesarios, materiales y de plantilla, que hagan posibles los cambios que se requieren. Sin un plan de financiación plurianual por parte del Gobierno de Canarias poco se podrá hacer. Esperemos que este gobierno demuestre con hechos el apoyo a las universidades públicas canarias, a diferencia de los anteriores, más interesados en facilitar la implantación de universidades privadas.  




Fuentes
Vídeo íntegro de la sesión del Claustro del 13 de febrero
Nota informativa del Gabinete de Comunicación

1 comentario:

  1. Respecto a la adaptación al plan Bolonia. Yo estudié en esta universidad y a mi no me pilló. Como bien dice en el resumen, hubo un cambio solamente administrativo, pero lo una adaptación en el hacer. Esto unido a una de las premisas que la actual rectora decía en su campaña...( que dentro de 10 años se jubilará más del 50% de los profesores ) me da que pensar que es un problema de " antigüedad en la plantilla", de un ..." siempre se ha hecho así", aunque se esté haciendo mal, de un " estoy cómodo haciendo lonque hago, como lo hago y por esta juventud, que es un desastre, no merece la pena el esfuerzo". Pensamiemtos como estos no nos dejan avanzar, adaptarnos a las nuevas circunstancias sociales, tanto en la forma de la enseñanza como en las necesidades del mercado laboral. No se me ocurre por donde empezar, porque cada docente es un mundo. Por supuesto que hay profesores que se implican y tratan de ser creativos e implicarSE con SUS alumnos, pero no son mayoría.

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